Inauguración de la Sacristía Agustina
En el Centro Histórico de Lima se levanta un rosario de templos que son muestra de nuestro pasado colonial y testigo del trabajo de evangelización realizado por las diferentes órdenes religiosas en la gran "Ciudad de los Reyes". Entre ellas, el maravilloso Templo de San Agustín, joya del más elaborado barroco limeño, se levanta imponente.
El Convento agustino de Nuestra Señora de Gracia nos acogió este viernes 23 de mayo para ser partícipes de la inauguración y puesta en valor de la Sacristía y la entrega del lienzo restaurado "Árbol de la religión agustiniana" y Limanía Treks & Tours no podía faltar a este gran acontecimiento.
Los agustinos se instalaron en Lima en 1551 pero recién en 1573 se ubicarían en su emplazamiento actual. La bella iglesia y convento -otrora uno de los mas bellos y lujosos de la ciudad- fueron víctimas tanto de los terremotos como de las guerras civiles que afectaron gran parte de su patrimonio y riqueza arquitectónica.
Por ello, es tan importante la labor que la comunidad agustina realiza en pos de la revalorización de nuestro patrimonio y reconocemos como un gran aporte para nuestra ciudad el gran paso que se ha dado inaugurando la maravillosa Sacristía en donde hemos podido apreciar el lienzo restaurado titulado "Árbol de la religión agustiniana" que hoy les presento.
SACRISTIA & LIENZO
Después de una gran presentación en la cual se nos mostró el proceso de intervención estructural de la sacristía y los procedimientos empleados en la intervención del lienzo que estuvo primorosamente amenizado por intermedios de música barroca (y en la Sala Capitular que también es una joya), recorrimos el hermoso claustro principal hasta llegar a la Sacristía que nos iluminaba aún antes de ser encendida.
El ambiente era mágico y evocador, el gran lienzo de 930 cm de ancho por poco más de 4 metros de alto acaparó nuestra atención. El trabajo de restauración realizado es verdaderamente impresionante pues sus colores brillantes nos muestran y grafican con claridad el cuadro genealógico en cuyo centro se resalta la figura de San Agustín de Hipona, fundador de la orden.
Recobré el aliento para dirigir la mirada alrededor de la sala. El mobiliario, elaborado íntegramente en cedro de Nicaragua, data de finales del siglo XVII y mediados del siglo XVIII. Sobre los armarios, alrededor de 30 tallas policromadas y doradas han vuelto a su esplendor, lo más maravilloso es que en el trabajo de restauración se les ha devuelto la identidad, ya que los nombres de cada una de estos santos estaban escondidos en las peanas hoy notablemente visibles. Sin duda, se ha realizado aquí un maravilloso trabajo digno de felicitar y difundir.
Mis más sinceras felicitaciones a todos los que lo hicieron posible.
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