El Cristo del Descendimiento, joya del barroco limeño

mayo 29, 2014 Úrsula Alvarado 0 Comments



En noviembre del año pasado tuve la dicha de ser invitada a contemplar una joya escultórica que se preparaba para regresar a la luz, restaurándose pacientemente en uno de los más importantes y prestigiosos talleres de Lima, el Taller de Restauración del Museo de Osma. 


Ante mis ojos, el maravilloso "Cristo del Descendimiento", custodiado fielmente por la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad durante casi 400 años, se encontraba bajo un minucioso trabajo de restauración. El maestro encargado de devolver a la luz esta obra maravillosa era Álvaro Sandoval Espinola quien me contó sobre el trabajo de restauración a realizarse en esta gran joya escultórica. 

Seis meses después de esta conmovedora revelación, pude por fin presenciar la maravillosa talla perfectamente restaurada gracias al maestro Sandoval, quien rinde homenaje al gran Pedro de Noguera al devolver la funcionalidad y policromía original a tan bella pieza de arte, importante por cuanto representa no solo para la historia del arte barroco limeño sino también para la tradición religiosa de nuestra Lima de antaño.


El "Cristo del Descendimiento"
En 1619, Andrés de Hornillos y Francisco Martín de Rena, mayordomos de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, celebraron un contrato con el maestro escultor Pedro de Noguera para que confeccionara una talla del Cristo de Descendimiento articulable con la finalidad de que este pudiera ser utilizado para las celebraciones y procesiones tradicionales durante la Semana Santa limeña.


El catalán Pedro de Noguera, establecido en Lima desde 1619, pasó a la historia por haber tallado la impresionante sillería coral de la Catedral de Lima sin embargo fue el Cristo del Descendimiento, la primera obra hecha a su llegada a nuestra capital y la que lo consagró como maestro escultor cuando era aún desconocido en nuestra ciudad.

Se trata de una hermosa talla de tamaño natural que presenta la técnica del encarnado ya que a través de veladuras o transparencias logra los más reales moretones en rodillas, pies y otras partes lesas en el cuerpo de Cristo. Otra de las características de esta imagen es que es perfectamente articulable en cabeza y brazos, ya que debía servir para los rituales del Descendimiento y la procesión fúnebre de Viernes Santo, de extrema importancia para la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad. 

El Cristo del Descendimiento la noche de su develación (27 de mayo) 

Momento en el que es develado el Cristo de Pedro de Noguera, por Annick Benavides, directora del Museo Pedro de Osma y Alvaro Sandoval, artífice de la restauración de la talla.


La restauración
Los síntomas notablemente visibles recaían en las modificaciones realizadas en las articulaciones que dañaban la pieza de madera original, además las radiografías y análisis químicos evidenciaron varios repintes posteriores que inclusive llegaron a deformar el rostro y gestos originales de la imagen. Al recuperarse la policromía original se ha llegado a descubrir el fino tallado y pintado del maestro catalán, reluciendo la sangre original de cabeza y torso, veladuras en partes sensibles, peleteado en terminaciones del cabello y demás detalles característicos de la maravillosa factura propia del maestro Noguera.

Aquí con el maravilloso Cristo del Descendimiento de Pedro de Noguera (1620)

Con nuestro amigo, el gran maestro restaurador Álvaro Sandoval.

En la fotografía, la directora del Museo de Osma, Annick Benavides, el equipo de restauración y los Hermanos de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad. (Fotografía: Paul Velz & Mercedes Cantó)

Ha sido un gran honor haber presenciado la segunda venida de este gran Cristo del Descendimiento, una joya del más preciado barroco limeño y muestra de la tradición de nuestra Lima fervorosa. Por ello, mediante este artículo, reitero mi agradecimiento al maestro restaurador Álvaro Sandoval del Taller del Museo de Osma por permitirme conocer de cerca a Pedro de Noguera en el siglo XXI, a la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad por cuidar y preservar nuestro patrimonio y por permitir la inauguración de esta exposición que desde el 27 de mayo se ha aperturado en el Museo de Osma y que puedes visitar hasta el mes de Septiembre.

Felicitaciones y muchas gracias!

Úrsula A.

Agradecimiento:
Fotografía central: Ed Ignacio Boulanger

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