LIMA REPUBLICANA
Las diversas reformas comerciales
y tributarias impuestas por la monarquía española habían ocasionado un
desbalance tal en la economía de la ciudad que al llegar la
Independencia del
Perú de la mano del libertador
San Martín, se vivió en Lima un periodo de
suspenso y su desarrollo fue muy lento. Aún así se construyeron edificios
básicos para la ciudad como el
Cementerio Matías Maestro y la
Biblioteca
Nacional. Años más tarde, llegaría el apogeo con la venta del guano de las
islas. Llegó el ferrocarril a la ciudad y el ornato se vio enriquecido por
diversas esculturas que engalanaban parques y avenidas. Esta bonanza pronto
atrajo muchas colonias extranjeras que vieron en el Perú una oportunidad de
desarrollo. Los italianos, franceses, ingleses y chinos llegaron a Lima
trayéndonos su cultura y sus matices -al igual que los africanos y
centroamericanos que llegaron a Lima en nuestra era colonial- son parte
importante de nuestra pluriculturalidad.
La
muralla de Lima fue derribada
bajo la premisa de favorecer el crecimiento de la ciudad y se construyeron las
grandes avenidas. En esta época se erigieron además edificaciones como el
Parque de la Exposición, el
Mercado Central y la
Penitenciaría de Lima. No
obstante su creciente desarrollo, pronto la ciudad vivió una de las etapas más
difíciles de su historia: la
Guerra del Pacífico con Chile que destruyó la ciudad
y saqueó muchísimos lugares valiosos como la
Biblioteca Nacional y el primer
Museo
del Perú creado por San Martín, además del incendio y destrucción de los
pueblos de
Miraflores, Barranco y
Chorrillos.
Luego de la guerra la capital
tardó en reconstruirse pero con el paso de los años y gracias a la exportación de productos
diversos como la lana de oveja y alpaca, minerales como plata, oro y cobre, los
productos amazónicos como café, coca y caucho y los costeños como el azúcar y
algodón fuimos recuperando una estabilidad económica que nos permitió continuar
el desarrollo del país. En Lima se erigieron importantes avenidas como el
Paseo
Colón, la
Avenida Colmena y la arquitectura se rindió bajo la influencia
francesa surgiendo los bellos palacetes art nouveau. Las celebraciones del
primer centenario de la Independencia llegaron durante el gobierno del
presidente
Augusto B. Leguía, quien ordena la construcción de la segunda plaza
más importante de la ciudad: la
Plaza San Martín, las colonias extranjeras
entregaron hermosos obsequios a la ciudad como la
Fuente del Parque de la
Exposición por parte de la colonia china, el
Reloj del Parque Universitario de
la colonia alemana, el
Monumento a Manco Cápac de la colonia japonesa, el gran
Arco
Morisco por parte de la colonia española, el
Monumento a la Libertad de la
colonia Francesa y el
Museo de Arte Italiano de la colonia italiana, entre
muchos otros. Podría decirse que el presidente Leguía fue quién más contribuyó al
embellecimiento de la ciudad pues se construyeron grandes e importantes íconos
limeños como el
Parque de la Reserva, el
Parque Universitario, la
Avenida
Leguía (hoy Av. Arequipa) y los imponentes edificios mercantiles como el del
Banco Central de Reserva, el
Banco Internacional, entre otros.
La crisis económica y el
terrorismo surgido en los últimos años opacó a nuestra capital pero hoy en día
existimos quienes tratamos de reivindicarla y devolverle su invaluable legado e
importancia dentro de nuestra historia. Este pequeño portal apuesta por la
difusión de sus multifacéticas aristas culturales y pretende contribuir con la
difusión de la historia y la protección y valoración de nuestra querida Lima.
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